Hablamos con Eva Igoa, directora de la residencia de estudiantes RESA Los Abedules de Pamplona sobre inclusión laboral.

El equipo de RESA lleva desde el curso pasado colaborando con la Asociación Síndrome de Down de Navarra con diferentes actividades de ocio en las que los chicos y chicas de la residencia comparten un espacio de diversión con las personas de la asociación.

Desde concursos de tortilla de patata, hasta partidos de vóley, pasando por la grabación de un podcast, son algunas de las actividades que ya se han organizado.

Ahora, RESA Los Abedules se enfrenta a un nuevo reto de inclusión laboral con la participación de una persona de esta asociación realizando prácticas no laborales.

¿Cómo fue vuestro primer contacto con Tejiendo Redes?

Lo conocí directamente por vosotras porque me lo presentasteis y nos metimos en vereda. Enseguida nos encajó y vimos que podríamos hacer cosas interesantes.

¿Qué miedos y/o desconocimientos teníais sobre la inclusión laboral?

Tampoco tenía muchos miedos, desde el principio pensé que saldría bien juntar a las personas de la Asociación Síndrome de Down de Navarra con los chicos y chicas de la residencia. Me parecía que iba a ser algo súper enriquecedor.

Ahora comenzáis una nueva etapa con unas prácticas no laborales, ¿cómo os planteáis este nuevo reto?

Es un súper reto, de hecho yo creo que es de los mayores retos de mi vida. Ahora estoy definiendo las funciones y queremos que la persona que venga esté súper a gusto, poder darle funciones para que esté activo/a todo el tiempo y es un reto que quiero que salga bien. Y si sale bien, me gustaría poderlo repetir.

¿Qué os aporta como entidad un proyecto como Tejiendo Redes?

A mí todo. Estoy encantada porque me parece que haber podido encajar dentro de mi vida laboral un proyecto como éste, es algo muy bueno. Siempre he querido colaborar con algún tipo de colectivo, pero con mis horarios no lo veía factible y el poder compaginar esto hace que me vaya muy contenta a casa.

Me aporta un crecimiento personal brutal. Estar con ellos, verles, que vengan aquí súper contentos/as, ver a mis chicos participando… Es todo súper positivo.

¿Qué le dirías a otra empresa que aún no se ha animado a apostar por la inclusión laboral?

Que se tire a la piscina sin pensarlo ni mirar para atrás. Va a ser súper enriquecedor y no se va a arrepentir, es imposible arrepentirse de esto.

También para darle visibilidad y que la persona sea una más de nuestro equipo.